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Aceptar uso de cookies y cerrarNuestro asesor Manuel J. Serra publicó una interesantísima información sobre Argelia que recogió el periódico digital El economista
El año 2014 se presenta como una importante encrucijada para nuestro vecino magrebí, inmerso como está en el intento de relanzar su economía más allá de las rentas de los hidrocarburos.
Al mismo tiempo que Argelia, beneficiada por amplios superávits fiscales se permite una inversión pública en infraestructuras que Europa ya no puede sostener, los límites de su estructura económica ofrecen una oportunidad para las empresas extranjeras y entre ellas las españolas.
El pasado día 12, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Abdelmadjid Tebboune, declaraba durante un encuentro con los directores de vivienda de las wilayas, empresarios del sector y otros responsables sectoriales que ?2014 es el año de todas las promesas?, tras lo cual aclaró que no menos de 300.000 viviendas del Plan Quinquenal serían realizadas antes de final de año.
Las necesidades de nuevas construcciones en Argelia se derivan de dos vertientes. Primero el crecimiento de la población que desde 1980 se ha doblado hasta 38 millones de habitantes, la mayoría menores de 30 años. De otro lado, la migración interior ha impulsado la población urbana hasta representar un 73,7 por ciento, desde un 43,5 por ciento del total, apareciendo fenómenos de suburbios y chabolismo que se intentan erradicar con una política pública de vivienda.
Los gobiernos surgidos de la Reconciliación Nacional tras la guerra civil de los noventa, favorecidos por el alza de los precios del petróleo desde 2004 y los consecuentes incrementos de los ingresos de las rentas de hidrocarburos, han intentado solucionar esta situación con fuertes inversiones públicas.
De ahí nace el Plan Quinquenal de Inversión Pública 2010-2014 dotado con 286.000 millones de dólares y que en el capítulo de Vivienda prevé la construcción de dos millones de apartamentos, de los cuales 1,2 millones debían ser entregados durante el quinquenio y 800.000 puestos en ejecución antes del cierre de 2014.
Una combinación de exceso de burocracia e insuficiencia de medios han afectado al progreso de tan ambicioso programa. Simplemente, la industria y constructoras locales no son capaces de ejecutar más de 80.000 unidades anuales, con lo que se ha acumulado un déficit que amenaza con dejar las promesas políticas en insuficientes.
Actualmente los programas de demanda AADL tienen validadas 290.000 solicitudes de vivienda por parte de los ciudadanos. Y este es sólo uno de los programas, el de apartamentos en alquiler con opción de compra.
El Gobierno se ha visto obligado a renunciar a su tradicional sesgo nacionalista en economía y ha solicitado formalmente la participación de empresas extranjeras en el programa. España, Portugal, Italia, Turquía y China han mostrado su interés y suscrito acuerdos con Argelia.
La fórmula de inversión seguirá siendo la creación de empresas con capital mixto hispano-argelino siguiendo la normativa vigente. Las necesidades argelinas son fundamentalmente de empresas con experiencia, capaces de desplazar técnicos, oficiales expertos y los contactos para suministrar con rapidez y eficacia maquinaria, técnicas y suministros de última generación.
Los socios locales suelen aportar los contratos de construcción, capital, maquinaria pesada, relaciones con la banca argelina y personal laboral. Se trata de un entorno complejo por los múltiples aspectos a considerar -mercantil, social, fiscal, repatriación de beneficios, etc.-, al que las autoridades locales han dotado progresivamente de seguridad jurídica dentro del marco de las negociaciones para el ingreso de Argelia en la Organización Mundial del Comercio.
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