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Aceptar uso de cookies y cerrarNuestro asesor Manuel J. Serra publicó una interesantísima información sobre Argelia que recogió el periódico digital elEconomista.es
Argelia, pese a ser un país dotado de reservas de hidrocarburos, ha decidido desarrollar un programa de energías renovables que le permita prepararse para el futuro. Sin embargo, tal programa es sustancialmente diferente a los puestos en práctica en Europa ya que aquí la iniciativa y control del Estado es determinante.
Los objetivos en grandes cifras suponen la instalación de una potencia de 650 megavatios (MW) antes de finales de 2014. En el período 2015-2010 se espera instalar 4.600 MW, con la intención de exportar 2.000 MW anualmente.
Para los siguientes 10 años se pretende aumentar la capacidad hasta 12.000 MW. De toda esa capacidad, la prioridad se otorga a la Energía solar fotovoltaica y a la térmica solar. Para la fotovoltaica se planea el lanzamiento de proyectos con una capacidad total cercana a los 800 MW hasta 2020 y se pretende instalar a partir de 2021 una capacidad de generación adicional de 200 MW cada año.
En cuanto a la generación termosolar, el gobierno ha encargado dos proyectos experimentales de 150 MW cada uno, para incorporarse a la central de Hassi R’mel. Si estas plantas experimentales dan resultados satisfactorios está dispuesto a invertir agregando nuevas instalaciones hasta 2030.
Este programa de generación eléctrica renovable no es factible sin la importación de equipos o la creación de una industria local capaz de suministrar una buena parte de las necesidades. El programa pretende obtener una tasa de integración de producción local cercana al 80 por ciento para 2020.
El primer paso para ello es la creación de una planta de fabricación de módulos fotovoltaicos con una capacidad equivalente a 120 MW/año por parte del Grupo Sonelgaz. Este proyecto fue adjudicado a un consorcio alemán, que al no cumplir con sus compromisos ha visto rescindido su contrato en junio de 2013. Actualmente se está en negociaciones para conseguir un nuevo contratista para una inversión que se estima en 300 millones de euros. Este retraso amenaza el cumplimiento de los plazos del programa.
Hay que añadir la necesidad de adquirir inversores, baterías, transformadores, cableado y todos los equipos auxiliares que forman parte de las centrales fotovoltaicas. La prioridad será para los proveedores nacionales, pues las Autoridades argelinas pretenden favorecer el establecimiento de empresas industriales antes que las importaciones, una información de interés para los fabricantes españoles de componentes eléctricos que estén evaluando opciones de internacionalización.
Una nueva pieza en todo este entramado es la regulación por vez primera de la cogeneración eléctrica, esto es, el aprovechamiento del calor residual de procesos industriales para mover turbinas de generación eléctrica. Puede ser una buena oportunidad para los fabricantes e instaladores de equipos de cogeneración por las enormes distancias que caracterizan Argelia y el aislamiento de algunos núcleos industriales. Algo similar ocurre en el campo de la ingeniería. Las previsiones del programa implican obtener tasas de integración superiores al 60 por ciento para empresas argelinas. La traducción de este mandato legal es que las opciones de contratación internacional directa quedan relegadas a la última opción o como solución de urgencia. Las empresas extranjeras de ingeniería deberán estudiar la opción de establecerse en el país para adquirir la condición de nacionales a efectos de contratación.
En los últimos meses se observan movimientos en este campo. A la publicación del Decreto de Energías Renovables en agosto pasado ha seguido una serie de convocatorias de Concursos para la adjudicación de contratos de suministro e instalación, que posiblemente sean seguidos por otros nuevos en los próximos meses.
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